Bryan empezó el año 1995 descansando en su retiro de
Jamaica, en una solitaria casa junto al mar. Se encontraba tan cómodo y tan a
gusto, que a final de año volvió con toda su banda, cargado de su estudio de
grabación móvil (el Warehouse Studio Mobile) y dispuesto a grabar el nuevo
disco en ese enorme caserón.
La producción de un disco, o dicho de otro modo, el
instante en el que un puñado de canciones evolucionan y pasan de ser simples
maquetas a convertirse en grandes temas de rock, requiere buenas dosis de
concentración, creatividad y paciencia. Pero Bryan decidió afrontar esa fase tan
importante en un lugar caluroso, húmedo, soleado, y rodeado de grandes
ventanales de luz como era una vieja casa colonial frente al mar del Caribe, y
con unos medios técnicos tan precarios como los de un estudio móvil.
Curiosamente todo lo contrario de lo que ofrece un estudio de grabación
profesional, sin ventanas, insonorizado y con un equipo de grabación técnico y
humano de garantías.
Un inciso: no todo se grabó en Jamaica. En marzo de 1996 Bryan
se trasladó con su estudio móvil a la pequeña localidad francesa de Ramatuelle,
en la costa mediterránea, y allí junto a “Mutt” Lange escribió y grabó en
tiempo record The Only Thing That Looks Good On Me Is You y 18 Til I Die, nada
menos que el primer single por un lado y el tema que daría título al disco por
otro.
El resultado final fue un álbum de un rock fresco,
pegadizo y comercial, de canciones escritas casi todas con “Mutt” Lange como en
el wakingup, pero canciones en general cortas, sin terminar de madurar a medio
camino entre la maqueta y su versión final, sin apenas solos de guitarra, e
incluso con una ligera influencia caribeña en un par de ellas. Otro aspecto
negativo es el sonido, algo saturado y un poco chillón y trompetero, como
distorsionado con un aparato de hojalata. A veces las guitarras en lugar de
sonar literalmente chillan.
Acompañado de una estética colorista y fresca, el disco
salió al mercado el 4 de junio de 1996. Tuvo buena prensa y acogida en Europa,
mientras que en USA sucedió todo lo contrario, se criticó hasta el propio
título. Las ventas fueron dispares, siendo Inglaterra y Alemania los países que
arrojaron mejores números. En USA apenas consiguió vender medio millón de
copias.
Contrariada por el mal resultado en el mercado americano,
la discográfica decidió reeditar el disco a finales de 1996, volviéndolo a
lanzar internacionalmente con otra carátula (cambiaron la tonalidad naranja de
la portada por tonos púrpura) y le añadieron un nuevo tema, un dúo con Barbra
Streisand titulado I Finally Found Somenone. Prácticamente era el mismo perro
con distinto collar. El consumidor americano no picó y las ventas siguieron
bajo mínimos.
Alguien
con los galones suficientes, y su manager Bruce Allen era el mejor posicionado,
le debió explicar al canadiense que 18 Til I Die no era un disco de rock puro,
que las canciones en sí eran buenas, pero que tendrían que haber madurado más
en la fase de producción. Que Jamaica no era el lugar más apropiado para crear
rock. Es muy probable que Bruce Allen, con su temperamento siempre a flor de
piel, le dijese algo parecido. De todas formas toda la responsabilidad no era
de Bryan. “Mutt” Lange tendría que haber liderado el proyecto, pero había estado cada día más inmerso en otros asuntos
(produciendo los discos de su nueva esposa, Shania Twain) y 18 Til I Die lo
acusó. Al final Bryan tuvo que liderar la producción él mismo.

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