Presentación

Kick End se puede traducir por 'patada final'. Se trata de la patada al aire con la que Bryan Adams en los 90 solía poner el punto final a algunos temas rock sobre el escenario. Una patada que simboliza muy bien al Bryan que desde este blog queremos defender y recordar. Pero Kick End representa también un gesto simbólico de una comunidad de fans muy extensa, los fans veteranos, que tras años de silencio hemos decidido dar una patada, desmarcarnos del resto y expresar nuestro sincero disgusto por el devenir de la trayectoria musical del canadiense desde el unplugged de 1997. Por fin salimos a ejercer nuestro derecho de opinión, a decir lo que pensamos.

jueves, 9 de febrero de 2012

Las dos caras del 18 Til I Die Tour


28 de julio de 1996. El mítico estadio de Wembley de Londres, enorme mole de cemento cuya construcción data de 1923, había acogido la noche anterior el último concierto de la gira europea de 1996 del 18 Til I Die Tour. Buen momento para hacer balance, sobre todo porque el nuevo tour había traído ciertos cambios: incorporación de un percusionista a la banda, nuevo sonido, nuevo look, nuevo escenario, etc. Los cambios no le habían sentado bien a los viejos temas. Las guitarras eléctricas parecía que se ahogaban en su propia distorsión y reverberación, unos efectos que encajaban muy bien en un Do To You o un The Only Thing That Looks Good On Me Is You (canciones del nuevo disco) pero no en el resto. Por otro lado, la pandereta y los timbales de Danny Cummings, percusionista y nuevo miembro del grupo, eran un molesto estorbo (es mi opinión) en temas de rock puro como Touch The Hand, Kids Wanna Rock, o There Will Never Be Another Tonight. Y Bryan estaba cantando diferente, más comedido, seguramente una consecuencia de los pinganillos. Los pinganillos era un innovador método para escucharte a tí y a tu instrumento por encima del resto, sustituyendo así las cajas base del suelo tradicionales. Aquella gira europea de 1996 la he bautizado como la época naranja del 18 Til I Die Tour. Había arrancado 8 días después del lanzamiento del disco, el 12 de junio de 1996 en el Ishallen Stadium de Helsinki, y culminó ese 27 de julio con el comentado concierto de Wembley. 25 actuaciones en mes y medio, tras las cuales, de pronto, se produjo un extraño y largo parón de más de 6 meses.


¿Qué pasó para que se interrumpiera el tour al poco de empezar?. No lo sabemos con certeza. ¿Se dieron cuenta que el sonido no era óptimo?. Puede que fuese motivado por la falta de fechas en USA, donde el nuevo disco no gustó. El primero en intentar poner remedio fue la discográfica, que no estaba obteniendo los resultados que había estimado, y buscó un revulsivo. No sé si recordaréis que salió al mercado una segunda reedición del álbum 18 Til I Die con un tema nuevo, un dúo con Barbra Streisand titulado I Finally Found Someone (quitaron You’re Still Beautifull To Me) y para diferenciarlo estéticamente de la primera edición reemplazaron los tonos naranja de la portada por tonos púrpura.


Tras dicha reedición la banda volvió a los escenarios, arrancando una nueva etapa del 18 Til I Die Tour con importantes cambios. Fueron casi 100 conciertos a lo largo de 1997, llevando, esta vez sí, su 18 Til I Die Tour por todo el planeta, desde Australia, Japón, Canadá, Europa, y algunas fechas en USA. El setlist fue remodelado, literalmente invadido por temas del nuevo disco y su estructura, heredada de la era wakingup, se rompió del todo, aunque manteniendo Summer Of ’69 en su sitio. Un gran setlist que reunía juntos temas entonces no habituales como Remember, Hearts On Fire, Low Life, Black Pearl, Straight From The Heart y Heat Of The Night. Un soplo de aire fresco invadía el show, resurgía la chispa. El sonido de la banda había cambiado, pasó a ser más sólido y sobre todo las guitarras dejaron de sonar gangosas como en la época naranja. También inyectaron más ritmo a las canciones. Fue la feliz e ilusionante época púrpura del 18 Til I Die Tour. Una felicidad que duró hasta el unplugged.

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