Presentación

Kick End se puede traducir por 'patada final'. Se trata de la patada al aire con la que Bryan Adams en los 90 solía poner el punto final a algunos temas rock sobre el escenario. Una patada que simboliza muy bien al Bryan que desde este blog queremos defender y recordar. Pero Kick End representa también un gesto simbólico de una comunidad de fans muy extensa, los fans veteranos, que tras años de silencio hemos decidido dar una patada, desmarcarnos del resto y expresar nuestro sincero disgusto por el devenir de la trayectoria musical del canadiense desde el unplugged de 1997. Por fin salimos a ejercer nuestro derecho de opinión, a decir lo que pensamos.

martes, 28 de febrero de 2012

Arms Park Stadium de Cardiff, 19 de julio de 1992. El concierto perfecto



La gira del Waking Up The Neighbours comenzó en noviembre de 1991, en un momento en el que Bryan Adams había llegado al punto álgido de su carrera, con la veteranía adquirida por los muchos años de experiencia en directo, pero todavía con una edad que le permitía desgañitarse la garganta noche tras noche y desplegar su gran pegada con la frescura de un veinteañero. A esa unión de experiencia, veteranía, madurez, juventud, garra y fuerza, se sumaba la pasión de un público que llenaba estadios, y la ilusión de una banda curtida en los 80 que se veía de pronto –esta vez sí- en lo más alto. Sin duda, en esa época se dieron cita todos los ingredientes necesarios para hacer de aquel tour posiblemente el mejor espectáculo de rock de la historia. Ni Queen ni Bruce Springsteen ponían sobre el escenario en sus buenos tiempos un par de guitarras con la energía, la fuerza, la frescura, la plástica, el sonido y la contundencia con la que lo hacía Bryan en aquella época.

Los grandes clásicos como Heaven, Cuts Like A Knife, Somebody, It’s Only Love, Straight From The Heart, One Night Love Affair, Run To You y Summer Of ’69 jamás habían sonado como hasta ahora, mientras que los temas del wakingup iban mejorando mes a mes, hasta su explosión en 1992. Aquel año, de pronto, ya no importaba que lo que tocaran fuese viejo o nuevo, daba igual, salía perfecto, explosivo, magistral. Los conciertos eran mágicos. Desde el acústico When The Night Comes al apoteósico Summer Of ‘69, todos, absolutamente todos los temas eran piezas de arte para guardar, ver y escuchar mil veces (si eso podía ser posible, claro). Cada noche la actuación terminaba siendo una obra maestra.


Nos trasladaremos a Cardiff. Es 19 de julio de 1992, y el canadiense toca esa noche en el Arms Park Stadium. Las bandas Squeeze, Little Angels y Extreme amenizan la espera, tocando con el Sol de cara. Pasan las horas, y más de 30.000 personas se dan cita en el estadio y obacionan la aparición en el escenario de Mickey, Dave, Tommy, Keith y Bryan. Son algo más de las 9 de la noche, y el Sol todavía impacta en la parte superior de la estructura.

El concierto arranca con House Arrest, tema del nuevo disco añadido al setlist en febrero de 1992 y que suena realmente bien en directo. Casi sin dar tiempo a los aplausos entre un tema y otro, la banda se despacha a gusto el primer bloque.

House Arrest
Kids Wanna Rock
All I Want Is You
Hey Honey – I’m Packin’ You In!
Do I Have To Say The Words?
Can’t Stop This Thing We Started
This Time

Un primer bloque para abrir boca muy guitarrero, con un gran Kids Wanna Rock y un espectacular Can’t Stop This Thing We Started en su parte final. Mientras tanto, se está echando ya la oscuridad de la noche y los focos de luz han entrado en acción. El segundo bloque comienza con Touch The Hand y nos trae algunos viejos clásicos que están sonando increíblemente bien. Un acústico e íntimo When The Night Comes pone la pausa.


Touch The Hand
Cuts Like A Knife
One Night Love Affair
When The Night Comes
It’s Only Love

Ya es noche cerrada en Cardiff, y empieza el tercer set, un set que contiene seguramente algunos de los momentos más sobresalientes de la noche. Heaven está inconmensurable y precede a un genial Lonely Nights. Y es aquí cuando Bryan empieza a desplegar sus mejores armas, tocando un gran Everything I Do con un final instrumental sublime, y con su vistosa Gretsch naranja colgada del hombro, momento mágico que le sigue a continuación el mejor Run To You de todos los tiempos, magia pura. 


Heaven
Lonely Nights
Somebody
(Everything I Do) I Do It For You
Run To You
There Will Never Be Another Tonight


Tras There Will Never Be Another Tonight la banda se marcha del escenario rodeados de oscuridad y envueltos en la mayor de las obaciones. Va a empezar el primer bloque de los bises. Corren por pasillos y túneles interiores del estadio, custodiados por forzudos empleados de seguridad, hasta el B-stage, un pequeño escenario cuadrado de 5x5 metros ubicado al pie de las gradas más alejadas. Allí tocan C’mon Everybody y She’s Only Happy When She’s Dancin’.


C’mon Everybody
She’s Only Happy When She’s Dancin’

De nuevo se apagan todas las luces y la banda emprende una carrera para volver al escenario principal, aunque nadie los ve. La expectación puede cortarse con un cuchillo. Minutos después se escuchan unos acordes muy particulares en Re. Bryan aparece empuñando otra vez su Gretsch naranja. Empiezan los segundos bises con Summer Of ’69, el tema más aclamado y demandado noche tras noche. Un Summer increíble, magistral, de 7 minutos de duración y con un final arrasador. Se consagra como el instante más emotivo de la noche. Y para despedir estos últimos bises, terminan con una gran versión de Straight From The Heart.

Summer Of ‘69
Straight From The Heart

Una empresa de producción grabó el concierto y montó los videos en directo de Run To You y C’mon Everybody. Ambos videos se incluyeron en el Video Pack So Far So Good (and more…) editado en 1994. Técnicamente nada les impedía haber producido un video con todo el concierto, a partir de las cintas master. De hecho, si esas cintas todavía existen, lo podrían montar hoy mismo en un DVD. Un sueño. ¿Puede alguien llamar a la empresa que lo grabó y pedirles que lo hagan ya?.   

jueves, 9 de febrero de 2012

Las dos caras del 18 Til I Die Tour


28 de julio de 1996. El mítico estadio de Wembley de Londres, enorme mole de cemento cuya construcción data de 1923, había acogido la noche anterior el último concierto de la gira europea de 1996 del 18 Til I Die Tour. Buen momento para hacer balance, sobre todo porque el nuevo tour había traído ciertos cambios: incorporación de un percusionista a la banda, nuevo sonido, nuevo look, nuevo escenario, etc. Los cambios no le habían sentado bien a los viejos temas. Las guitarras eléctricas parecía que se ahogaban en su propia distorsión y reverberación, unos efectos que encajaban muy bien en un Do To You o un The Only Thing That Looks Good On Me Is You (canciones del nuevo disco) pero no en el resto. Por otro lado, la pandereta y los timbales de Danny Cummings, percusionista y nuevo miembro del grupo, eran un molesto estorbo (es mi opinión) en temas de rock puro como Touch The Hand, Kids Wanna Rock, o There Will Never Be Another Tonight. Y Bryan estaba cantando diferente, más comedido, seguramente una consecuencia de los pinganillos. Los pinganillos era un innovador método para escucharte a tí y a tu instrumento por encima del resto, sustituyendo así las cajas base del suelo tradicionales. Aquella gira europea de 1996 la he bautizado como la época naranja del 18 Til I Die Tour. Había arrancado 8 días después del lanzamiento del disco, el 12 de junio de 1996 en el Ishallen Stadium de Helsinki, y culminó ese 27 de julio con el comentado concierto de Wembley. 25 actuaciones en mes y medio, tras las cuales, de pronto, se produjo un extraño y largo parón de más de 6 meses.


¿Qué pasó para que se interrumpiera el tour al poco de empezar?. No lo sabemos con certeza. ¿Se dieron cuenta que el sonido no era óptimo?. Puede que fuese motivado por la falta de fechas en USA, donde el nuevo disco no gustó. El primero en intentar poner remedio fue la discográfica, que no estaba obteniendo los resultados que había estimado, y buscó un revulsivo. No sé si recordaréis que salió al mercado una segunda reedición del álbum 18 Til I Die con un tema nuevo, un dúo con Barbra Streisand titulado I Finally Found Someone (quitaron You’re Still Beautifull To Me) y para diferenciarlo estéticamente de la primera edición reemplazaron los tonos naranja de la portada por tonos púrpura.


Tras dicha reedición la banda volvió a los escenarios, arrancando una nueva etapa del 18 Til I Die Tour con importantes cambios. Fueron casi 100 conciertos a lo largo de 1997, llevando, esta vez sí, su 18 Til I Die Tour por todo el planeta, desde Australia, Japón, Canadá, Europa, y algunas fechas en USA. El setlist fue remodelado, literalmente invadido por temas del nuevo disco y su estructura, heredada de la era wakingup, se rompió del todo, aunque manteniendo Summer Of ’69 en su sitio. Un gran setlist que reunía juntos temas entonces no habituales como Remember, Hearts On Fire, Low Life, Black Pearl, Straight From The Heart y Heat Of The Night. Un soplo de aire fresco invadía el show, resurgía la chispa. El sonido de la banda había cambiado, pasó a ser más sólido y sobre todo las guitarras dejaron de sonar gangosas como en la época naranja. También inyectaron más ritmo a las canciones. Fue la feliz e ilusionante época púrpura del 18 Til I Die Tour. Una felicidad que duró hasta el unplugged.

jueves, 2 de febrero de 2012

Publicado el tomo I de la Bryan Adams The Final Complete Live Collection


Ayer tarde subí a www.issuu.com el pdf del tomo I de la Bryan Adams The Final Complete Live Collection. Aunque algunos ya tengáis un pdf anterior con capturas de pantalla, esta versión ofrece una hoja por página y una resolución mucho mayor, de forma que se puede leer con facilidad.


miércoles, 1 de febrero de 2012

18 Til I Die: un juvenil y fresco rock de hojalata




Bryan empezó el año 1995 descansando en su retiro de Jamaica, en una solitaria casa junto al mar. Se encontraba tan cómodo y tan a gusto, que a final de año volvió con toda su banda, cargado de su estudio de grabación móvil (el Warehouse Studio Mobile) y dispuesto a grabar el nuevo disco en ese enorme caserón.

La producción de un disco, o dicho de otro modo, el instante en el que un puñado de canciones evolucionan y pasan de ser simples maquetas a convertirse en grandes temas de rock, requiere buenas dosis de concentración, creatividad y paciencia. Pero Bryan decidió afrontar esa fase tan importante en un lugar caluroso, húmedo, soleado, y rodeado de grandes ventanales de luz como era una vieja casa colonial frente al mar del Caribe, y con unos medios técnicos tan precarios como los de un estudio móvil. Curiosamente todo lo contrario de lo que ofrece un estudio de grabación profesional, sin ventanas, insonorizado y con un equipo de grabación técnico y humano de garantías.

Un inciso: no todo se grabó en Jamaica. En marzo de 1996 Bryan se trasladó con su estudio móvil a la pequeña localidad francesa de Ramatuelle, en la costa mediterránea, y allí junto a “Mutt” Lange escribió y grabó en tiempo record The Only Thing That Looks Good On Me Is You y 18 Til I Die, nada menos que el primer single por un lado y el tema que daría título al disco por otro.

El resultado final fue un álbum de un rock fresco, pegadizo y comercial, de canciones escritas casi todas con “Mutt” Lange como en el wakingup, pero canciones en general cortas, sin terminar de madurar a medio camino entre la maqueta y su versión final, sin apenas solos de guitarra, e incluso con una ligera influencia caribeña en un par de ellas. Otro aspecto negativo es el sonido, algo saturado y un poco chillón y trompetero, como distorsionado con un aparato de hojalata. A veces las guitarras en lugar de sonar literalmente chillan.

Acompañado de una estética colorista y fresca, el disco salió al mercado el 4 de junio de 1996. Tuvo buena prensa y acogida en Europa, mientras que en USA sucedió todo lo contrario, se criticó hasta el propio título. Las ventas fueron dispares, siendo Inglaterra y Alemania los países que arrojaron mejores números. En USA apenas consiguió vender medio millón de copias.

Contrariada por el mal resultado en el mercado americano, la discográfica decidió reeditar el disco a finales de 1996, volviéndolo a lanzar internacionalmente con otra carátula (cambiaron la tonalidad naranja de la portada por tonos púrpura) y le añadieron un nuevo tema, un dúo con Barbra Streisand titulado I Finally Found Somenone. Prácticamente era el mismo perro con distinto collar. El consumidor americano no picó y las ventas siguieron bajo mínimos.

Alguien con los galones suficientes, y su manager Bruce Allen era el mejor posicionado, le debió explicar al canadiense que 18 Til I Die no era un disco de rock puro, que las canciones en sí eran buenas, pero que tendrían que haber madurado más en la fase de producción. Que Jamaica no era el lugar más apropiado para crear rock. Es muy probable que Bruce Allen, con su temperamento siempre a flor de piel, le dijese algo parecido. De todas formas toda la responsabilidad no era de Bryan. “Mutt” Lange tendría que haber liderado el proyecto, pero había estado cada día más inmerso en otros asuntos (produciendo los discos de su nueva esposa, Shania Twain) y 18 Til I Die lo acusó. Al final Bryan tuvo que liderar la producción él mismo.