Presentación

Kick End se puede traducir por 'patada final'. Se trata de la patada al aire con la que Bryan Adams en los 90 solía poner el punto final a algunos temas rock sobre el escenario. Una patada que simboliza muy bien al Bryan que desde este blog queremos defender y recordar. Pero Kick End representa también un gesto simbólico de una comunidad de fans muy extensa, los fans veteranos, que tras años de silencio hemos decidido dar una patada, desmarcarnos del resto y expresar nuestro sincero disgusto por el devenir de la trayectoria musical del canadiense desde el unplugged de 1997. Por fin salimos a ejercer nuestro derecho de opinión, a decir lo que pensamos.

jueves, 31 de mayo de 2012

Publicado el Tomo III y último del Bryan Adams The Final Complete Live Collection

He subido al portal www.issuu.com el PDF del tercer y último tomo del Bryan Adams The Final Complete Live Collection.



Para descargarlo lo podéis encontrar en el enlace a mi librería de documentos:


Tras esta trilogía el horizonte se despeja, y el gusanillo de seguir haciendo libros de "recopilación de cosas" está más vivo que nunca. Pero los proyectos que tengo en mente no son ni sobre Bryan ni sobre música. Eso sí, imagino que acabaré publicándolos también en www.issuu.com.

martes, 22 de mayo de 2012

Los olvidados. Buenos temas que nunca han sonado en directo




Es evidente que a lo largo de toda una carrera musical, los setlist de un artista se formen gira tras gira con un conjunto concreto de canciones, en general sus grandes hits y sus singles. Y con los años, algunas de esas canciones acaban convirtiéndose en clásicos inamovibles que no abandonan el setlist jamás. El canadiense no es una excepción, y sus temas más conocidos siempre han sonado sobre el escenario: Cuts Like A Knife, Summer Of ’69, Run To You, Heaven, It’s Only Love, Can’t Stop This Thing We Started, (Everything I Do) I Do It For You, The Only Thing That Looks Good On Me Is You, 18 Til I Die, Let’s Make A Night To Remember, Back To You, Cloud Number Nine y When You’re Gone.

Dejando a un lado ese puñado de clásicos, el resto de canciones han tenido un protagonismo dispar en sus conciertos. Algunas como One Night Love Affair, She’s Only Happy When She’s Dancin’, Somebody, Kids Wanna Rock, This Time, Take Me Back, Straight From The Heart, Lonely Nights, House Arrest y There Will Never Be Another Tonight, asumieron bastante protagonismo a lo largo de los años y su papel fue importante. Otras sin embargo tuvieron su oportunidad durante una gira o dos, y no volvieron a sonar. Es ley de vida, aunque considero que Bryan fue injusto con ciertos temas que funcionaban realmente muy bien, como Hindin’ From Love, Remember, Win Some Lose Some, Fits Ya Good (la versión original), Don’t Leave Me Lonely, Low Life, I Think About You (la versión original) o Before The Night It’s Over.

Otras sí que se merecieron la retirada, tras cumplir con su función y agotar un ciclo, como Long Gone, Touch The Hand, Hey Money – I’m Packin’ You In!, All I Want Is You, Please Forgive Me o Do To You.

Hubo algunas canciones que llegaron a aparecer fugazmente, descartadas enseguida porque –suponemos- bajo el punto de vista del canadiense no cuajaron. Pasó con Another Day, Is Your Mama Gonna Miss Ya?, Black Pearl, We’re Gonna Win, How Do Ya Feel Tonight?, y muchas de sus últimos discos como Get Off My Back, This Side Of Paradise, Nowhere Fast, o I Was Only Dreamin’.

Bueno, ¿y los temas que jamás ha tocado en directo?. De todos ellos, creo que hay un puñado de muy buenas canciones que podrían haber funcionado bastante bien y sin embargo Bryan nunca las ha considerado, o simplemente nunca se ha molestado en añadirlas a los ensayos previos antes de una gira. En mi opinión, habrían aportado color, y tienen poco que envidiar a algunos de los clásicos. Este artículo pretende ser un gesto para rescatar durante un instante a esos temas del olvido.

Wait And See

Pertenece a su primer disco. La verdad es que cuesta creer que no lo tocase en sus primeras  giras, donde no había mucho repertorio que elegir. Pero fue así. Sin ser un tema de rock auténtico, tiene ritmo y habría sonado bien, estoy seguro. Si lo tocas con la guitarra española te sorprendes gratamente y es uno de esos temas que gusta tocar.

What’s It Gonna Be

Un buen tema del album Cuts Like A Knife, guitarrero y pegadizo al puro estilo del canadiense. Trabajándolo un poco en los ensayos es muy posible que se hubiese hecho un sitio en el setlist de la época. Una lástima.

Home Again

Balada del album Into The Fire que contiene uno de los mejores solos de Keith. Las guitarras son espectaculares, y siempre me he preguntado cómo habrían sonado en directo. Eso sí, aparentemente es una canción difícil de cantar, pasional, con registros altos, y que requiere dejarse la garganta, pero bueno, Bryan ha demostrado muchas veces que lo sabe hacer muy bien ante canciones exigentes.

Not Guilty

Muy fresca y cañera, estoy convencido de que este tema habría funcionado a pleno rendimiento sobre los escenarios. De hecho, se grabó muy orientada al directo. A Bryan se le escapa un ‘C’mon Keith!’ antes del solo de Keith, muestra del espíritu directo que tiene Not Guilty.

Don’t Drop That Bomb On Me

La versión rock original de este tema nunca se ha tocado en un escenario, aunque una versión reggae acústica apareció en algún setlist de 2003. Se trata de uno de los más duros y salvajes temas del canadiense de toda su carrera. Da la impresión de que es difícil de tocar, entre otras cosas porque las guitarras hacen muchas virguerías y cabriolas. Puede que se descartase por su complejidad.

Fearless

Un gran tema del On A Day Like Today, que sin embargo nunca asomó a los escenarios. Es posible que no hubiese funcionado todo lo bien que se merece, como pasó con How Do Ya Feel Tonight?.

What Does It Do To Your Heart

Cara B del single When You’re Gone, este tema tiene un ritmo y un guitarreo tan pegadizo que su éxito en el escenario estaba asegurado. Se le da un aire a una de las que mejor ha funcionado desde siempre, Lonely Nights.

She’s A Little Too Good For Me

Room Service no contenía ningún tema que realmente mereciese la pena, a excepción quizás de la balada Flying y del tema que daba nombre al disco, Room Service. El resto podían haberse quedado perfectamente como caras B. De ellos, East Side Story y She’s A Little Too Good For Me habrían sido unas caras B de gran calidad, de hecho, la primera de ellas casi lo fue de un single del anterior album. La que nos ocupa, She’s A Little Too Good For Me, tiene el ritmo y la frescura suficientes como para haber hecho un papel digno en los conciertos, y más en los de su época, salpicados de momentos unplugged. Eso sí, con el debido cuidado de tocarlo sin precipitaciones, para evitar repetir lo que le sucedió a We’re Gonna Win en la gira de 1997 (lo tocaron a una velocidad tal que parecía un pasacalles de las fiestas de un pueblo).